En México, hasta el 23% del producto interno bruto (PIB) es generado por el sector informal, lo que corresponde a una cuarta parte de toda la riqueza que cada año se produce. No obstante, lo más sorprendente es que el 56.6% de los empleos se encuentran en este sector, indicando de la mayoría de los mexicanos labora en la informalidad (INEGI).  

Ahora bien, ¿qué significa esto y cuál es su impacto? ¿Qué oportunidades tienes si te desarrollas en este sector? 

Primeramente, debemos comprender qué es la economía informal, para lo que retomaremos una definición del Instituto Mexicano para la Competitividad, que la contempla como toda actividad en la que los bienes y servicios producidos y vendidos son legales, pero las productoras o distribuidoras no se encuentren formalmente registradas; incluyendo también a todas las actividades que operan con recursos familiares, como los micro y pequeños negocios que no están constituidos como empresas.   

Por tanto, todas aquellas personas que colaboran en este tipo de negocios no se encuentran debidamente formalizados, motivo por el que sus salarios son menores, aunado a que no poseen seguro social ni prestaciones que, por ley, les corresponden. 

Sin embargo, esto no quiere decir que la economía informal sea necesariamente “mala”. Se trata de algo mucho más complejo, y para comprenderlo, es necesario que analicemos las razones que la causan. 

La economía informal es una respuesta natural a las deficiencias de las políticas públicas existentes. De ahí que surja como una alternativa para aquellos trabajadores que no logran insertarse en el sector formal. Por tanto, el combatirla sería contraproducente si no se cuentan con las condiciones para reinsertar correctamente a estos millones de trabajadores que dependen de ella. 

La solución debe orientarse en formalizarla, ya que permitiría que esas actividades se constituyan legalmente, con lo que se tendrían acceso a una mayor cantidad de recursos e incentivos, favoreciendo su competitividad, a la vez que engrosan la recaudación fiscal. 

Asimismo, podrán mejorarse las condiciones laborales de los trabajadores, otorgándoles seguro social y todas aquellas prestaciones que por ley les pertenecen. 

¿Cómo apoyarles? 

A inicios de la pandemia, la economía informal sufrió una contracción, al igual que los niveles de empleo formal en el resto del país. Abril fue el mes en el que presentó el nivel más bajo, con una contracción del 47.7%, sin embargo, para abril de este año ya mostraba una recuperación del 55.1%, creciendo a una mayor velocidad que los empleos formales (INEGI).

Su rápido crecimiento indica que muchas personas no han logrado reinsertarse a un trabajo formal, por lo que han recurrido a la informalidad para solventar sus gastos, razón por la que es necesario impulsarles con herramientas tecnológicas que les permitan mejorar sus niveles de venta. 

La diversificación en los métodos de pago incrementa las ventas de los negocios hasta en un 25% de manera sencilla y segura. Esto los introduce en el comercio digital. 

Te invitamos a escuchar cómo hacerlo en el episodio, Economía informal en México del podcast We Are Open.