¿Cómo puede un país quitar una mala percepción ante las innovaciones en tecnología y comercio en línea?
Uno de los principales problemas al momento de realizar compras online son los peligros a los que te encuentras expuesto, ya sea como consumidor, ejemplo la falsificación de identidad, un acto que lamentablemente cada vez es más común, o como comerciante, al enfrentarse a las consecuencias de los reclamos por parte de los clientes que sufrieron un acto de fraude, realizando contra cargos (cuando el cliente solicita un reembolso al emisor de la tarjeta) los cuales producen un impacto económico negativo en los comercios en línea, ya que por cada dólar perdido son 3,39 los que el negocio pierde.
Una mala experiencia como ésta puede generarle al consumidor una idea errónea sobre el comercio en línea viéndolo como algo complicado y que solamente puedes realizar con una tarjeta de crédito, si al momento de concretar una compra ésta no es efectuada, estudios proporcionados por Lexis Nexis afirman que el 49% de los consumidores eligen otro método de pago, pero un 27% opta por cancelar la compra; Si bien, la mayoría de personas tiene la idea de que estos errores son por culpa de los comercios, son las entidades bancarias las que aprueban el 64% de transacciones rechazando el resto por considerarlas “inusuales”.
Pierre-Claude Blaise, director de la Asociación Mexicana de Venta Online, sugiere que, si la industria empleara un equilibrio de responsabilidades por contra cargos en operaciones de tarjetas no presentes, así como una medición y seguimiento preciso de rechazo de pagos en línea con orígenes fraudulentos, esto facilitaría el desarrollo de ofertas a nuevos medios de pago electrónicos, generando un ambiente más amigable para consumidores y negocios.