El Robo de Identidad es cuando alguien obtiene datos o identificación personal de un tercero para hacer mal uso de la información y beneficiarse perjudicando al propietario.

Uno de los ejemplos más comunes de esta práctica es lo que pasa con el uso de las tarjetas de crédito. En este caso, un tercero hace cargos, compras o retiros a nombre del propietario de la cuenta.

Para poder evitarlo, se deben tomar en cuenta las siguientes medidas de seguridad:

1. Destruir todos los documentos que ya no se utilicen.
2. Evitar compartir datos bancarios por teléfono o correo electrónico.
3. No guardar contraseñas escritas en la cartera o en el celular.
4. Guardar las identificaciones y documentos confidenciales con seguridad.
5. No compartir información personal en las redes sociales.
6. No perder de vista las tarjetas de crédito al pagar.
7. No hacer pagos electrónicos en computadoras de uso común.

Quienes se dedican a cometer estos delitos tienen identificadas las acciones más comunes en las personas y saben cómo conseguir la información que necesitan para hacer fraudes. Es importante estar alerta en todo momento.